Belén Esteban se ha tomado unos días para recuperarse del disgusto de su ruptura con Fran, su ex-marido, y se ha ido con su amiga del alma Mariví para quitarse del mundanal ruído y así poder verlo todo desde lejos y con perspectiva.
La hemos visto en bikini, ha cogido unos kilos y le sientan bien (estaba demasiado delgada, los disgustos) y ella misma contó en twitter cómo iba todo, por si alguien tenía dudas: “estos días me están viniendo muy bien para pensar tranquila”. Espero que no esté pensando en volver con Fran, porque son capaces.
Tienen los papeles del divorcio firmados, pero sabemos que hace unos días, en una fiesta, Fran no paró de repetir que Belén seguía siendo la mujer de su vida. Pregunta: ¿y entonces a qué vienen tantas broncas y tantas separaciones?
Mariví no se separa de ella, además de piscina en el Hotel dieron sus paseitos, comieron helados y se fueron de compras, como hacen las buenas amigas. Si Mariví hablase sería la bomba, porque Belén se lo cuenta todo, pero es una buena amiga y no lo va a hacer.
Muy bien Belén, en serio, una escapada de amigas es lo mejor que hay para el mal de amores, y el sol también ayuda. A ver qué sigue contando en Sálvame.
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