Mientras Miley Cyrus insiste en que está encantada de la repercusión de su polémica actuación en los premios MTV, no parece que nadie de su entorno la aprueba, ni tan sólo su compañero en el escenario, el cantante Robin Thicke, que asegura estar arrepentido de haber cantado con ella.
No os llevéis a engaños: en el caso de Thicke no es que considere que Miley se pasó de rosca con los contoneos de trasero o esa cosa de dejar la lengua fuera de la boca constantemente. Simplemente el cantante cree que Cyrus se llevó todo el protagonismo, cuando debía ser su gran presentación internacional.
Incluso la madre de Robin ha hecho público su disgusto con la actuación:
No esperaba que pusiera su trasero tan cerca de mi hijo. El problema es que nunca podré hacer como si no lo hubiera visto. Yo sigo pensando en lo que su madre y su padre deben sentir al ver eso - Gloria Loring
La señora Loring no es la única que no entiende el comportamiento exagerado de Miley. De hecho ni su propio prometido, Liam Hemsworth, no acudió a la gala y muchos aseguran que es porque no quería sentirse incómodo con la actuación exageradamente provocativa de su chica.
Es más, algunos medios aseguran que la pareja tuvo una fuerte discusión previa precisamente por ello y que Miley Cyrus llegó mucho más desafiante y provocadora de lo que pretendía en un principio.
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