Demi Moore empieza a levantar cabeza tras unos meses infernales: tras su tempestuoso divorcio de Ashton Kutcher al descubrir su infidelidad, la actriz cayó en una espiral de autodestrucción que la llevó a ser ingresada en una clínica y que la llevó incluso a dejarse de hablar con su hija Rumer Willis.
Pero Demi Moore está poniendo orden en su vida y no ha dudado en volar hasta Los Ángeles para reconciliarse con su hija y la actriz se ha mostrado de lo más relajada y feliz.
Demi sigue con su look juvenil habitual: con camiseta ancha, pantalones vaqueros negros ajustados y bailarinas, la ex de Kutcher demuestra que a sus 49 años muchas niñas quisieran tener su cuerpazo, mucho más ahora que ha recuperado parte del peso que perdió con el divorcio.
Cuentan que el artífice de la paz entre madre e hijas ha sido el novio de Rumer, Jayson Blair, que no ha parado hasta que han arreglado las cosas.
Además de una familia ahora por fin unida, Moore sigue contando con muchos amigos que la defienden y la cuidan: algunos de ellos fueron a recogerla en la pista del aeropuerto, con los que se abrazó muy alegre.