Aunque muchas veces ha negado la más que evidente afición a la cirugía y al bótox, la celebrity americana Kim Kardashian no podrá hacerlo por más tiempo después de estas fotos, en las que la han pillado saliendo de una clínica de estética con las marcas en la cara de haberse inyectado bótox.
Kim –que sólo tiene 31 años- se ha excusado asegurando que como sufre una afección de la piel llamada psoriasis se ve obligada a acudir a clínicas para hacerse tratamientos en la piel a menudo intentando evitar hablar del bótox y eso que se anunciaba como la especialidad del centro del que salíala cara llena de marcas rojas.
Kim se preparaba para acudir a una fiesta de Valentino en Rodeo Drive, en la que se presentó poco más tarde con un espectacular vestido de cóctel de Lela Rose en blanco y negro y falda de vuelo.
La Kardashian admitió en una ocasión que había probado el bótox ocasionalmente pero también aseguró que no lo volvería hacer nunca más “al menos hasta que tenga 40 años”. Pues quizás Kim ha pensado que era buena ida avanzar un poco el tratamiento a pesar de que cada vez tenga más aspecto de plástico…
Ahora bien, hay que admitir también que, aunque algo artificial, Kim Kardashian tiene muy buen aspecto y siempre aparece perfectamente vestida, peinada y maquillada, como si de una maniquí se tratase.